Dra. de Blanko
No todos creen en la monogamia, pero  todos viven como si creyeran. Cuando la lealtad o la fidelidad están en juego, todo el mundo es consciente de que miente, o de que quiere decir la verdad. Todos se creen traidores o traicionados. Todos tiene celos, o se sienten culpables, y sufren la angustia de sus preferencias. Y los pocos afortunados que al parecer nunca sienten celos sexuales siempre intrigados por esa clase de celos o alardean de no tenerlos. Nunca nadie se librado de sentirse excluido. Y todo el mundo se obsesiona con aquello  de los que es excluido. En otras palabras, creer en la monogamia no es diferente de creer en Dios.
(Adam Phillips)